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Los efectos de la televisión y la exposición a las drogas al principio de la vida podrían resultar duraderos

Estudios muestran que el ambiente fetal y de la niñez temprana ayuda a conformar resultados posteriores

Por Amanda Gardner
Reportero de Healthday

LUNES, 3 de mayo (HealthDay News/DrTango) -- Un conjunto de estudios recientes muestra lo crítico que los factores prenatales, maternos y ambientales pueden ser en la conformación de la salud posterior de los niños, tanto emocional como física.

Entre otras cosas, los estudios encontraron que los niños que veían demasiada televisión, o cuyas madres que fumaban o tomaban antidepresivos durante el embarazo tenían mayores riesgos de problemas conductuales y de otro tipo más adelante en la vida.

"La niñez temprana es crítica para el desarrollo de una multitud de habilidades", anotó Richard E. A. Loren, director clínico del Centro para el TDAH y profesor asistente de pediatría clínica del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati. "No está escrito en piedra, pero ciertamente a los niños que les va mejor en los primeros años les sigue yendo mejor, y los niños que se atrasan tienen que trabajar más duro para ponerse al día, y algunos no lo logran".

"Estamos averiguando cuántas variables críticas [tienen un] impacto en este periodo de desarrollo prenatal y conducta postnatal", añadió la Dra. Kathryn J. Kotrla, decana asociada y presidenta de psiquiatría y ciencias conductuales del Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M en el campus de Round Rock.

Los informes aparecen en la edición de mayo de la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

En un estudio, investigadores de la Universidad de Montreal evaluaron cuánta televisión veían niños de dos años y medio de edad, y luego correlacionaron esto con la conducta y la salud en cuarto grado.

Cada hora adicional de ver televisión se relacionó con declives en la participación en el aula, el logro en matemáticas (aunque no en la lectura) y la actividad física, además de aumentos en el consumo de refrescos y refrigerios, el índice de masa corporal, y la tendencia a ser víctima de acoso por parte de los compañeros de clases.

Algo preocupante, señaló Loren, es que muchos de los niños en realidad veían televisión menos tiempo del recomendado por la Academia Estadounidense de Pediatría (que consiste en no ver televisión antes de los dos años, y luego no más de dos horas de "programación de calidad" al día).

"Pero aún así encontramos impactos significativos sobre el funcionamiento posterior, lo que me hace pensar que tal vez las recomendaciones deben aumentarse a no ver televisión hasta los tres o cuatro años", apuntó.

El segundo estudio encontró que el uso de antidepresivos llamados ISRS [inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, como Paxil, Prozac o Zoloft] de la madre embarazada, además del estado de ánimo de la madre cuando el niño tenía tres años de edad, se correlacionaba con conducta de ansiedad y depresión en esos niños pequeños.

"Esto no significa que todos los niños expuestos a los ISRS mientras estaban en el útero están en mayor riesgo, sólo que algunos niños expuestos lo están, y en este momento no sabemos el motivo", apuntó el autor líder del estudio, el Dr. Tim Oberlander, profesor de pediatría del desarrollo de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver. "Nada de esto significa que las mujeres embarazadas no deben ser tratadas por depresión. Todas las madres necesitan tratamiento, simplemente tenemos mucho que aprender sobre quién se puede beneficiar del tratamiento farmacológico con un ISRS".

"Dado que sabemos que una exposición temprana a experiencias vitales estresantes puede conllevar un riesgo de por vida de mala salud mental, nuestros hallazgos también nos recuerdan que uno de nuestros principales desafíos de salud pública sigue siendo encontrar maneras de reducir el estrés a principios de la vida", añadió. "Justo como cuando vacunamos contra las enfermedades infecciosas, ¿por qué no podemos 'inocular' contra los efectos adversos del estrés en la niñez temprana?".

Otro estudio encontró que la exposición prenatal a la nicotina, aunque no a la cocaína, los opiáceos, la marihuana o el alcohol, se asoció con problemas de sueño durante los primeros doce años de la vida del niño.

"En conjunto, los dos estudios [el de los ISRS y el de la nicotina] sugieren un enfoque continuo en la complejidad de la vinculación e interacciones entre madres e hijos", aseguró Kotrla. "Identificar factores de riesgo concretos, como la nicotina y las variaciones [genéticas], entre otros, ayuda a conformar y definir las intervenciones dirigidas a los trastornos emocionales de la infancia".

Finalmente, un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital de la Universidad Hebrea de Hadassah en Jerusalén, encontró que entre los gemelos, el gemelo que pesaba más al nacer tenía más probabilidades de sufrir de problemas de conducta a los tres o cuatro años de edad.

healthfinder.gov

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