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Víctimas de un descuido

01.08.2010

Lesiones involuntarias en niños y adolescentes. Con tener "vigilados" a los más pequeños no alcanza para evitar que sufran episodios que pueden costarles la vida. Las lesiones no intencionales son más frecuentes que las enfermedades y sin embargo las medidas de prevención son todavía insuficientes.

No ocurren por el azar sino que en todos los casos hay algún factor ambiental o humano, que por negligencia o simple ignorancia, da lugar al trágico desenlace. Las lesiones no intencionales son la causa de muerte de alrededor de 830.000 niños cada año en el mundo y de cerca de 2.300 cada día.

"Más de 2.000 de estos niños podrían salvarse si en todo el mundo se aplicaran medidas de prevención de las lesiones de probada eficacia", alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), al tiempo que agrega: "Por cada niño que muere a causa de una lesión, muchos más quedan con discapacidades para toda la vida".

Los accidentes de tránsito, ahogamientos, quemaduras, caídas e intoxicaciones constituyen las cinco causas más comunes de muerte entre niños y adolescentes. Y aunque un alto porcentaje de estos accidentes podría evitarse, las cifras muestran que aún queda mucho por hacer en materia de seguridad para proteger a los más pequeños.

Sobre las alternativas de prevención recomendadas según cada edad dialogó con La Prensa la doctora Ingrid Waisman, médica pediatra y miembro de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

- ¿Cuáles son las lesiones más frecuentes entre los niños?

- Determinar cuáles son los accidentes más frecuentes, depende mucho de la edad del niño. Los más habituales y menos graves son las caídas o golpes.

En los niños menores de cinco años, la mayor parte de los accidentes son los que ocurren en el hogar, porque es donde están la mayor parte del tiempo y por las características de los niños, que son inquietos, curiosos. En el ámbito del hogar, esos accidentes suelen ser caídas, golpes, cortaduras, intoxicaciones y quemaduras.

Más adelante comienzan a aparecer los accidentes relacionados con el tránsito. Los niños pueden accidentarse siendo peatones, andando en bicicleta o siendo transportados en vehículos. A medida que aumenta la edad, son más frecuentes los accidentes de tránsito, que son más graves. Los adolescentes son quienes más sufren ese tipo de accidentes.

Otros accidentes, como el ahogamiento, son poco frecuentes pero muy graves y muchas veces mortales.

- ¿Por qué siguen sucediendo pese a que ya se conocen y la gente debería saber cómo evitarlos?

- Es difícil de responder, porque realmente no debería ser así. Muchos padres tienen más temor de que su niño sufra alguna enfermedad grave o rara y no de que padezca un accidente. Sin embargo, estadísticamente, tiene muchas más posibilidades de tener un accidente que de sufrir alguna enfermedad extraña, potencialmente peligrosa.

Poco a poco, la sociedad está tomando conciencia de que los accidentes son muchos, que son graves y lo principal es que son evitables. No ocurren por el azar ni porque sí, sino que en todos los casos hubo algún factor ambiental o humano, que lo causó.

En los accidentes de tránsito se sabe que los factores personales son los más importantes, y lo mismo sucede cuando un niño se quema porque la mamá dejó el agua caliente en un lugar donde el niño la podía alcanzar.
En los niños más pequeños la vigilancia sola no basta. Por supuesto, que es imprescindible que un niño esté al cuidado de un adulto responsable, pero eso no es suficiente, la casa o el ambiente en el que esté el chico tiene que ser un lugar seguro.

EN CASA

- ¿Qué medidas de prevención recomiendan en el hogar?

- Hay algo que es muy fácil de hacer y que sin embargo todavía se sigue haciendo mal en nuestro país y es evitar el uso del andador. No se debe usar el andador, en un aparato inútil y peligroso, no ayuda a los chicos a caminar y todos los pediatras hemos visto numerosos accidentes serios con el andador. Esa es una medida muy importante y sencilla: no hay que comprarlo ni permitir que se lo regalen.

Otras medidas en los bebés se refieren a la posición al dormir, para evitar la muerte súbita: deben dormir boca arriba y no muy tapados, la carita tiene que estar destapada y el ambiente estar ventilado.

Tampoco se debe dejar, manipular, ni sostener líquidos calientes llevando un bebé en brazos ni cocinar con los chicos en la cocina. También hay que tener cuidado con los elementos de electricidad y los muebles pequeños; no hay que olvidarse que hasta los cinco años, los niños son muy curiosos, no tienen noción del peligro y no entienden el no.

- Cuando son un poco más grandes y comienzan a andar en bicicleta o salir a jugar a la calle ¿qué pueden hacer los padres para protegerlos?

- En primer lugar hay que tener cuidado con los niños peatones. Los adultos deben ser un buen ejemplo: si la mamá cruza por el medio de la calle, no se puede pretender que el niño cruce en la esquina por la zona vallada, de acuerdo al semáforo. Los adultos tenemos que decir lo que se debe hacer y cumplirlo en primer lugar nosotros.

En las ciudades grandes, habitualmente los niños deben ir acompañados de un adulto. Asimismo, cuando los niños empiezan a andar en bicicleta hay una costumbre que en la Argentina no existe y en otros países es reglamentaria, como el uso del casco. Esto realmente, protege mucho del traumatismo craneal, una de las causas más importantes de lesiones graves. Además, los lugares para andar en bicicleta deben ser los adecuados: un club, una ciclovía, un lugar donde no haya tránsito de otro tipo. La bicicleta es un excelente medio de transporte y una linda manera de hacer ejercicio, debe ser estimulada, pero con las precauciones adecuadas.

EPOCA DIFICIL

- ¿Qué cuidados deben adoptar los padres durante la adolescencia de sus hijos?

- La adolescencia es una época difícil porque los chicos toman muchos riesgos, especialmente los varones. Es decir, las chicas pueden llegar a ser más reflexivas. Cabe hacer hincapié en la prevención de la violencia, de la cual también son víctimas y victimarios los adolescentes; y prevenir el consumo de alcohol en adolescentes, que es la causa presente en la gran mayoría de los accidentes de tránsito. La recomendación más importante para los adolescentes es tener cuidado con el alcohol. Tratar de que no tomen y, si alguno toma, que no maneje.

- Hay padres que dicen "dejemos al chico que aprenda solo" ¿esa actitud es recomendable?

- Eso de que el niño va a aprender por la experiencia es un error serio y puede pagarse muy caro. Hay que protegerlo, evitando las situaciones de riesgo, evitando las cosas que para un chico son peligrosas. Por supuesto, la sobreprotección no es buena tampoco. Es necesario el cuidado medido y adecuado a cada edad.

Hay padres que erróneamente dicen "dejalo que toque la estufa, que se va a dar cuenta que está caliente", pero eso no se debe hacer porque el niño puede tener una quemadura seria. No hay que permitir que un niño haga ese tipo de pruebas.

Hay que recalcar que los accidentes pueden y deben prevenirse y la pregunta que me hizo es la que todos deberíamos contestarnos: ¿por qué si sabemos que los accidentes son un factor tan importante de discapacidad, enfermedad y muerte no hacemos más cosas para evitarlos?

laprensa.com.ar

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