2/11/10

Un estudio halla que el uso de medios tarde en la noche de los adolescentes conlleva un precio

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Un estudio halla que el uso de medios tarde en la noche de los adolescentes conlleva un precio

Se relaciona con problemas de aprendizaje, ansiedad, depresión y alteraciones en el estado de ánimo

Por Ellin Holohan
Reportera de Healthday

LUNES, 1 de noviembre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio piloto sugiere que quedarse despierto hasta tarde para jugar videojuegos, navegar por internet y enviar mensajes de texto podría conducir a problemas de aprendizaje, alteraciones del estado de ánimo, ansiedad y depresión en los niños.

La investigación, realizada en el Centro de Trastornos del Sueño del Centro Médico JFK de Edison, Nueva Jersey, halló que los niños que subrepticiamente siguen usando celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos después de haberse supuestamente acostado a dormir tuvieron más probabilidades de trastornos del sueño que causan otras dificultades.

"Estas actividades no promueven el sueño, como leer una novela o escuchar música. Estimulan el cerebro y deprimen los ciclos normales de sueño", señaló el Dr. Peter G. Polos, autor del estudio.

Se esperaba que su equipo presentara sus hallazgos el lunes en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Médicos del Tórax en Vancouver.

El estudio se basó en una encuesta con cuarenta niños y niñas de edad promedio de catorce. Los investigadores se concentraron en las actividades luego de que se habían retirado a su habitación por la noche y se suponía que debían estar durmiendo.

Los participantes informaron sobre un promedio de 34 mensajes de texto por noche luego de la hora de irse a la cama y en promedio 3,400 mensajes nocturnos por mes. Estos textos tuvieron lugar entre diez minutos y cuatro horas luego de irse a la cama. El participante promedio fue despertado una vez cada noche por un mensaje de texto.

Las niñas se emocionaban más con el concepto de los mensaje de texto, mientras que los niños tenían más probabilidades de quedarse despiertos con videojuegos, señaló Polos, médico del hospital e instructor clínico del Centro de Trastornos del Sueño del mismo. Los participantes habían acudido al centro para recibir ayuda por sus problemas de sueño.

La investigación halló correlaciones entre el uso de medios electrónicos tarde en la noche y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, las alteraciones del estado de ánimos, la ansiedad, la depresión y el mal funcionamiento cognitivo (en las habilidades de pensamiento) durante el día.

Cerca de la mitad de los padres de los participantes del estudio no sabían lo que sus hijos hacían, aseguró Polo. Los demás sabían, pero su actitud era fatalista.

"[Los padres] pensaban que el mundo de ahora es así y no han nada qué hacer", aseguró Polos. Sin embargo, los padres necesitan monitorizar el uso de medios electrónicos, dijo, porque, "al final, el padre sigue siendo el padre y el hijo sigue siendo el hijo".

Polos aseguró que los médicos necesitan comenzar a preguntarle a niños y adultos de manera rutinaria acerca de su uso de medios electrónicos en la noche y hablar con el niño, junto con los padres, acerca de las consecuencias negativas de dormir mal.

Polos, que considera que la estadounidense es una "cultura de privación de sueño", anotó que los adolescentes no duermen lo suficiente "por deportes, tareas escolares y levantarse temprano para ir a la escuela". El uso de medios tarde en la noche "realmente no está ayudando", dijo.

El experto Richard Gallagher aseguró que otra razón por las que los padres necesitan monitorizar el uso de los medios es para saber qué pasa en la vida de sus hijos.

"Los padres necesitan mirar en perspectiva sus propias vidas mientras crecían", recomendó Gallagher, director del Instituto de Educación de los Hijos del Centro de Estudios Infantiles del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York en la ciudad del mismo nombre.

Los padres solían saber con quién estaban hablando sus hijos por teléfono o con quién se la pasaban porque todo se hacía en el mundo real cuando las familias tenían una o dos líneas telefónicas, anotó.

"Los padres sabían si alguien llamaban a su puerta para visitar a su hijo o hija", recordó Gallagher, profesor asociado de psiquiatría de adolescentes de la Universidad de Nueva York, y agregó que "los niños deben tener algo de privacidad, pero los padres necesitan que sea más comparable a cuando ellos mismos estaban creciendo".

Los padres necesitan imponer reglas, como nada de computadoras en la habitación de los niños, nada de llamadas telefónicas a la hora de las comidas y un horario para el uso del teléfono.

"Pídales a sus hijos que le entreguen sus teléfonos celulares en cumplimiento de ese horario", recomendó Gallagher.

Gallagher también anotó que el efecto de los medios podría ser bueno para algunos niños que tienen "más contacto con otros de lo que normalmente hubieran podido tener" debido a él. Sin embargo, los padres también necesitan tener en cuenta que todos los mensajes que están en constante movimiento "no son necesariamente amistosos ni sobre cosas en las que les gustaría que sus hijos pensaran todo el tiempo", dijo.

Debido a que muchos niños envías textos y mensajes todo el día, "no hay interrupciones en los dramas" ni en los posibles problemas con sus compañeros, señaló Gallagher.

Ambos expertos aseguran que los efectos a largo plazo del uso constante de los niños de la tecnología son desconocidos y requieren más estudios. Además, ambos recalcaron la necesidad de loa padres de hablar con sus hijos y de hacerlo desde el principio.

Polos citó el ejemplo del padre que resolvió apagar el enrutador en la noche y aseguró que es importante estar al frente de las cosas antes de que se vuelvan problemas grandes.

"Para entonces, podría ser demasiado tarde", señaló Polos, si los padres retrasan su involucramiento.

healthfinder.gov

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