22/6/15

Los niños de preescolar no realizan suficiente actividad física en guarderías


Los niños de preescolar no realizan suficiente actividad física en guarderías

Se recomiendan por lo menos dos horas cada día, según los autores del estudio.


healthfinder.gov.-Tara Haelle

Los niños en guarderías y preescolares podrían no estar realizando suficiente actividad física, según un nuevo estudio.

Los investigadores descubrieron que los niños en edad preescolar que siguió el estudio de Seattle pasaron sólo media hora jugando al aire libre y se les ofrecía menos de una hora diaria para jugar dentro en los centros de cuidado infantil.

Los lineamientos recomiendan por lo menos una hora de actividad física estructurada dirigida por adultos y una hora de tiempo libre para jugar sin estructura al día, según la autora principal del estudio, la doctora Pooja Tandon, profesora asistente de pediatría en la Universidad de Washington en Seattle.

“Los niños necesitan oportunidades diarias de realizar actividad física, no sólo para tener un estado óptimo de peso, sino también porque la actividad física promueve varios aspectos de salud, desarrollo y bienestar”, dijo Tandon. “La actividad física, que en esta edad ocurre generalmente durante el juego, promueve la salud cardiovascular, musculoesquelética y mental, y se ha visto asociada a los logros académicos”.

Los resultados se publicaron en línea el 18 de mayo en la revista Pediatrics.

Los investigadores observaron a casi 100 niños en edad preescolar de 10 centros de cuidado infantil en el área de Seattle. A lo largo de cuatro días completos en cada centro, los investigadores categorizaron cuánto tiempo se pasaba jugando activamente, tanto al aire libre como adentro. También señalaron si los juegos estaban dirigidos por los maestros.

Al mismo tiempo, los niños llevaron dispositivos que registraron su movimiento.

Los investigadores descubrieron que los niños pasaban sólo 33 minutos al día jugando al aire libre y registraban solamente alrededor de 48 minutos por día en juegos activos. Menos de 10 minutos al día incluyeron actividades físicas dirigidas por los maestros.

“Además de aumentar la actividad física, las actividades dirigidas por los maestros podrían tener otros beneficios potenciales, como mayor inclusión de todos los niños, ofrecer modelos a seguir, e integrar contenido educativo en las actividades”, dijo Tandon.

En total, los niños pasaron 73 por ciento de su tiempo en estado sedentario, con sólo 13 por ciento dedicado a actividad ligera y 14 por ciento dedicado a actividad física moderada o intensa.

El pasar tan poco tiempo jugando pone a los niños en riesgo de establecer patrones tempranos de inactividad física que los seguirá en un futuro, sugirió la doctora Danelle Fisher, subdirectora de pediatría en el Centro de Salud Providence Saint John en Santa Mónica, California.

“Mientras más activo sea un niño desde pequeño, mayor será la probabilidad de que mantenga un nivel de actividad más alto durante su infancia”, dijo Fisher. “Los niños también aprenden habilidades sociales al relacionarse con otros niños durante juegos activos. Por último, como todos los padres saben, mientras más activo esté un niños en edad preescolar durante el día, mayor es la probabilidad de que duerma bien en la noche”.

Existen varios retos para que los centros de cuidado infantil ofrezcan oportunidades suficientes de actividad física, dijo la doctora Dina Lieser, presidenta del Consejo de la Niñez Temprana de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics Council on Early Childhood) y directora de Pediatría Comunitaria en el Centro Médico de la Universidad de Nassau en Nueva York.

“Algunos de los obstáculos incluyen la necesidad de mejorar la capacitación de los maestros/cuidadores sobre recomendaciones y herramientas que ayuden a incorporar oportunidades de juego durante el día”, dijo Lieser. “Las exigencias de tiempo, exigencias curriculares y normas a veces generan un ambiente que no incentiva la actividad física”.

También señaló que los entornos físicos de los centros preescolares podrían no ofrecer lugares seguros para jugar, o podrían no tener el tipo de equipamiento apropiado para el desarrollo que fomenta la actividad física.

“El mal tiempo, el espacio limitado para el equipo e incluso el miedo a acciones legales si un niño se lastimara pueden ser factores que limitan un nivel más intenso de actividad física en los centros de cuidado infantil”, dijo Fisher.

Los altos niveles de energía de un niño en edad preescolar también podrían ser difíciles de mantener para un adulto, añadió Fisher.

Con tantos posibles obstáculos, enfrentar el problema requerirá soluciones múltiples, dijo Lieser. Éstas podrían incluir desarrollo profesional para los maestros, integrar la actividad física a las normas locales y estatales, y educar a los padres sobre la importancia de la actividad física en el cuidado infantil. Otras opciones podrían incluir ofrecer incentivos a los cuidadores infantiles para que mejoren su equipo y establecer sociedades que puedan fomentar la actividad física en la comunidad, como parques y centros deportivos, dijo.

Los hábitos que los niños desarrollan en esta edad construyen la base para la salud el resto de sus vidas, señaló Lieser.

“Los niños pequeños están predispuestos a moverse, y los ambientes de aprendizaje deberían respetar esto”, dijo.
 

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