8/6/15

Síndrome de Asperger 08-06-15

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Síndrome de Asperger
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Para muchas personas es, sencillamente, una condición totalmente desconocida. El síndrome de Asperger, sin embargo, afecta a muchos niños y adultos que constantemente se enfrentan a una sociedad que no comprende su comportamiento y su manera de ser. Hay quienes describen a los que lo padecen como excéntricos y se ha llegado a decir que los niños parecen pequeños profesores.


Muy difícil de diagnosticar, el Asperger forma parte de los Trastornos Generalizados del Desarrollo. El Dr. Enrique Gelpí, sicólogo clínico, afirma que este término describe una serie de condiciones que se caracterizan por el rezago en el desarrollo de las destrezas motoras, del habla y del lenguaje y dificultades en la interacción social. El autismo es una de las manifestaciones más severas y hay quienes afirman que el Asperger es una forma de autismo altamente funcional. Esto explica en parte por qué la condición -que fue descrita por el físico austriaco Hans Asperger en 1944- no se consideró como un diagnóstico clínico sino hasta 1994. En esta fecha, la Asociación de Psiquiatría Americana la incluyó en el Manual Estadístico y de Diagnóstico de Desórdenes Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).


Señales de alerta


El Asperger es más común entre los varones, pero cualquier persona de cualquier raza puede padecerlo. Se cree que este trastorno neurobiológico es hereditario. El Dr. Gelpí explica que los niños que lo padecen tienen mucha dificultad en la interacción social, especialmente a la hora de interpretar el lenguaje figurado o corporal. Suelen tener un tono de voz monótono que, por desconocimiento, se interpreta como pedante. "Son personas que no captan los indicadores sociales y por eso se les considera excéntricas", afirma el especialista.


La mayoría de los que padecen Asperger sufren el rechazo social y a menudo se encuentran aislados. "La característica más importante del Asperger es que las personas tienden a limitarse a un tema en particular, que puede llegar a convertirse en una obsesión. Cuando son más pequeños es común que toda su conversación gire en trono a su carro o animal favorito. Estos niños tienen una inteligencia dentro del promedio y, en ocasiones, por encima del promedio", aclara Gelpí. De hecho, hay quienes sostienen que grandes científicos y pensadores, como Albert Einstein e Isaac Newton, famosos por sus excentricidades y por su ineptitud social, padecían esta condición.


En cuanto al diagnóstico, el Dr. Gelplí explica que suele hacerse entre los 5 y 9 años porque las características no se manifiestan tan pronto como en el caso de niños autistas. Sin embargo, el especialista exhorta a los padres a que acudan al pediatra de su hijo en cuanto noten que el nivel de desarrollo de su niño no está a la par con el de otros chicos de su edad.


Las siguientes preguntas pueden servir como guía:
* ¿No hace contacto visual el niño cuando habla con sus padres o con otros adultos?
* ¿Muestra poco interés en interactuar y jugar con otros niños?
* ¿Ocupa su tiempo arreglando y organizando los juguetes en fila en vez de jugar con ellos?
* ¿Prefiere estar solo a estar en la compañía de otras personas?
* ¿Es torpe y tiene muy poca coordinación?
* ¿Habla de una manera poco común, utilizando un tono de voz monótono y sin emoción?
* ¿Le gusta coleccionar cosas y memorizar datos?
* ¿Se siente frustrado y perdido cuando se le interrumpe su rutina?
* ¿Es muy sensible a los ruidos, a la luz brillante o a los olores fuertes?
* ¿Se queja de cómo se sienten la ropa o las sábanas sobre la piel?
* ¿Tiene un tic nervioso o un comportamiento estereotipado?
* ¿Describirías su comportamiento como muy extraño en algunas ocasiones?
* ¿Es poco dado a muestras de afecto y se siente incómodo con los abrazos y los besos?


El contestar en la afirmativa la mayoría de las preguntas no implica necesariamente que el niño tenga la condición. La Sociedad Nacional de Autismo recomienda que los padres lleven un diario en el que documenten el comportamiento de sus hijos. De esta forma, podrán informarle mejor al especialista sobre sus preocupaciones.


El tratamiento


Un sicólogo, siquiatra o neurólogo pediátrico es la persona que puede hacer el diagnóstico. El tratamiento, según el Dr. Gelpí, debe consistir de intervenciones sicosociales y, en algunos casos, es necesario recurrir al uso de medicamentos. Mediante la terapia individual, el especialista puede ayudar al pequeño a lidiar con la frustración, el rechazo y la baja autoestima. "Las terapias de familia también son importantes, en especial la orientación a la pareja, a la madre o al encargado para que comprenda la condición del niño", puntualiza Gelpí. Además, se debe recurrir a estrategias de modificación de conducta y a entrenamientos en habilidades sociales. Algunos niños también manifiestan otras condiciones como déficit de atención, depresión o trastornos de ansiedad. En estos casos, puede ser beneficioso medicarlos.


El trastorno de Asperger no tiene cura. "Es una condición con la que se nace y se muere. La persona puede llegar a tener una vida adaptada si recibe el apoyo y la supervisión necesaria", afirma el Dr. Gelpí.


Cómo ayudar a tus niños

Aquí, algunas sugerencias de cómo puedes ayudar a tu hijo o hija a lidiar con la condición:
* Busca algún programa educativo dirigido a los padres. Recuerda que tú eres el primer maestro de tu hijo y es muy importante poder apoyarlo.
* Asegúrate de explicarles a otros que tu hijo tiene necesidades especiales. Mucha gente supone que los niños con Asperger son maleducados y no se dan cuenta de que su comportamiento responde a un trastorno neurobiológico.
* No olvides que tu hijo es parte de la familia y que sus necesidades tienen que balancearse con las de los otros integrantes.
* No dudes en buscar ayuda para ti y para los otros miembros de la familia. No puedes ayudar a tu hijo si no logras satisfacer tus necesidades emocionales y físicas.

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