1/7/15

Cuando el bebé llega antes de tiempo 01-07-15


Cuando el bebé llega antes de tiempo

Cada día parecen aumentar los casos de bebés prematuros. Gracias a los avances médicos, se podría decir que casi todo está bajo control, pero no por ello se debe bajar la guardia.

Un bebé prematuro es un niño que nace antes de haberse desarrollado completamente en el útero materno. El parto de un bebé prematuro se produce antes de cumplir la semana número 37 de gestación. En este breve período de gestación, el niño no ha tenido tiempo de desarrollar por completo su sistema respiratorio, digestivo o inmunológico, lo que le provoca graves problemas de salud que pueden hasta hacer peligrar su vida en un primer momento.

Dentro de ese periodo de prematuridad hay diferentes grados de urgencia y de desarrollo del bebé, explica el Dr. Carlos Merello, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Gregorio Marañón (Madrid). Por ejemplo, hay niños que nacen sólo con 24 semanas de gestación, por lo que su estado es más peligroso y requiere mucha más atención. Estos bebés nacidos tan tempranamente pueden pesar sólo 500 gramos.

Luego hay también bebés que nacen en la semana número 34 y que llegan a pesar 2 kilos. El desarrollo de éstos es mucho más avanzado.

Hoy en día se producen muchos más partos prematuros que antes. Hasta un 10% de los partos que se producen son prematuros, por lo que estamos hablando de casos muy comunes.


Sus posibilidades de sobrevivir
Las posibilidades que tiene un bebé prematuro de sobrevivir dependen mucho del tiempo de gestación que haya tenido. Son muchos factores los que condicionan su superviviencia. Evidentemente, cuanto menor haya sido el tiempo de gestación del niño, mayor riesgo tiene de no sobrevivir.

También depende mucho de la preparación de la madre. Si ella y su médico ya saben que el niño puede nacer de forma prematura, se puede tratar el embarazo de alguna manera para aplazar el máximo tiempo posible el tiempo que el bebé permanece en el interior del útero materno, o se puede hacer al feto un tratamiento a base de corticoides para que acelere su proceso de maduración.

Actualmente, las posibilidades de sobrevivir de un bebé prematuro son amplias. Desgraciadamente, siguen muriendo muchos niños en los primeros días de nacer, pero los adelantos en neonatología y en la técnica han hecho que las garantías de supervivencia sean mayores.

¿Por qué?
La mayoría de las veces no se conocen las causas exactas que provocan un parto prematuro. Pero se pueden enumerar algunas de ellas:

- La avanzada edad de las madres primerizas. El cuerpo femenino está hecho para tener el primer hijo entre los 20 y 26 años. Actualmente, debido a la incorporación de las mujeres a la vida laboral y a la dificultad de conciliar la vida familiar con la laboral, esta edad se ha aplazado quince años, lo que provoca grandes transtornos físicos en el feto y también en la madre.

- Estrés materno. El estrés psicológico provoca que el cuerpo cree una hormona liberadora de corticotropina que estimula, a su vez, la creación de unas hormonas que generan contracciones uterinas y el parto prematuro.

- Infecciones y enfermedades de la madre. Cualquier tipo de infección en el útero materno o la presencia de cualquier tipo de bacteria pueden provocar el parto prematuro. Las madres que padecen hipertensión o tienen diabetes también son más propensas a un parto prematuro.

- Estiramiento del útero. El útero puede estirarse más de lo normal por la presencia de un bebé o más. Cuando esto sucede, el útero comienza a liberar sustancias químicas que pueden estimular las contracciones del parto.

- Los embarazos múltipes. Cuando una madre tiene un embarazo múltiple, puede producir el estiramiento del útero y el problema antes indicado. Los embarazos múltiples siempre provocan que los fetos no se desarrollen bien del todo, al tener menos espacio en el útero. Pero no necesariamente por tener un embarazo múltiple se va a tener un parto prematuro.

- Hábitos de la madre, tales como el tabaco o el alcoholismo, causan también problemas físicos que se pueden traducir en este tipo de transtornos hormonales.

Problemas más frecuentes
El principal problema de un bebé prematuro es que no tiene desarrollado completamente su aparato digestivo y respiratorio. La respiración y la maduración aerodinámica condicionan la supervivencia del bebé de forma inmediata.

Por otro lado, la inmadurez en su aparato digestivo lo incapacita para recibir alimento y digerirlo en su estómago. Por ello, recibe la leche materna a través de una sonda gástrica que le hace la digestión más suave y menos laboriosa para el niño.

Una de las características del bebé prematuro es su incapacidad para regular su temperatura. De hecho, los tres primeros días de vida está siempre generando un líquido por la piel para igualar su ambiente al que tendría si estuviera en el útero de su madre. Por eso, hay que mantenerlos en una incubadora e igualar lo máximo posible las condiciones del útero: calor, humedad, silencio, oscuridad...

Deben estar protegidos de las infecciones pues su sistema inmonológico tampoco está desarrollado y pueden contagiarse fácilmente.

Pueden sufrir también hemorragias cerebrales durante los primeros días de vida.

¿Cómo alimentarlos?

La mejor forma de alimentar a un bebé es con la leche materna. Es lo más natural y lo mejor para cualquier niño. La leche materna procura al bebé proteínas, defensas y le hace madurar y desarrollarse de manera óptima.

Hay pocas cosas mejores para el niño que la leche materna, incluso aunque la madre tenga fiebre o esté tomando antibiótico, su leche es siempre el alimento más apto para su hijo.

¿Y en el hospital?
Las unidades neonatales de los hospitales están provistas de incubadoras, que son la mejor manera de cuidar al niño en sus primeros días de vida. Las incubadoras intentan crear unas condiciones ambientales semejantes a las que tiene el útero materno.

Es importante también que puedan moverse dentro de la incubadora, pero no más de lo que lo harían dentro del útero materno. Por ello, se les coloca y mantiene en la postura fetal, que siempre es la mejor para acabar de desarrollar todo su cuerpo.

El tiempo que el niño prematuro va a pasar en las incubadoras dependerá de su grado de inmadurez y de los problemas que haya tenido en su organismo.

Durante todo el tiempo que el niño se encuentre en la incubadora, es importantísimo que mantenga un contacto físico diario con su madre. Varias veces al día, la madre del niño debe cogerle y sujetarle contra su pecho, es lo que llaman "método canguro" y es imprescindible para su desarrollo.

¿Qué ocurre al darle el alta?
Muchos niños se van a casa todavía con patología de bebés prematuros.

Si el cuidado que recibe el bebé en el hogar es el adecuado y la familia respeta "la hospitalización desde casa", el niño evolucionará de manera muy favorable.

Las unidades respitarorias y los avances técnicos han hecho que, a partir de cierto grado de madurez adquirida, pueda seguir su desarrollo perfectamente desde el hogar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario