3/4/06

Batidos caseros para los mas pequeños

El calor de los meses de verano hace que el cuerpo necesite tomar abundantes líquidos para evitar problemas por deshidratación. Los niños suelen tender a abusar de las bebidas refrescantes que además contienen mucho azúcar (el equivalente a 3 sobres de azúcar por lata de refresco azucarado), por lo que un batido casero puede suponer una saludable alternativa.


¿Qué es necesario para preparar un batido?
Los principales ingredientes de los batidos son la fruta fresca, el helado o la leche o el yogur o el agua y el azúcar, aunque de éste último se puede prescindir, y así los más pequeños se acostumbran a los sabores naturales. Los ingredientes seleccionados se baten, de forma que se obtiene una preparación cremosa muy apetecible. Dependiendo de los ingredientes que se empleen, el batido tendrá un mayor o menor contenido energético. Por ejemplo, los batidos elaborados con helado o con mucho azúcar, van contener más calorías que los que emplean fruta o yogur o leche como principal ingrediente, por lo que conviene decantarse por éstos últimos.



Batidos sin fruta
Hay batidos que emplean como principal ingrediente un helado cremoso en lugar de fruta. Este tipo de helados (a diferencia de los de hielo) posee proteínas pero también una cantidad notable de grasa, por lo que aportan un buen número de calorías. Para que al batir el helado se obtenga una consistencia más líquida, se puede añadir leche, fuente de proteínas y calcio, y si se desea, un poco de sirope del mismo sabor del helado que se ha empleado.
Estos batidos pueden suponer un modo original de introducir los lácteos en la alimentación de los más pequeños, sin embargo, la presencia de helado hace que sea conveniente no abusar de su consumo.



Cuando la fruta es la protagonista
Los batidos más ligeros y refrescantes son los que se elaboran con frutas frescas. Y el verano ofrece muchas posibilidades de escoger entre frutas de temporada: fresas, cerezas, melocotón, albaricoque, nectarina, melón, sandía..., sin olvidar las frutas que son más fáciles de encontrar durante todo el año: plátano, kiwi, peras, manzanas, etc.
Además de frutas, se pueden emplear como ingredientes los zumos de frutas y si se desea, sirope. En estos casos no se suele añadir leche, ya que si el zumo es ácido, cortaría a la leche, y esto le da un aspecto poco apetecible.
Este tipo de batidos, a diferencia de los que se elaboran con helado y leche, aportan menos proteínas, grasas y calorías, y más variedad de vitaminas, antioxidantes, minerales, fibra y agua. Aunque su valor calórico dependerá de la cantidad de azúcar o sirope empleada en su elaboración.


Los batidos caseros de frutas son además un modo original de animar a los más pequeños a que consuman estos aludables alimentos de una forma divertida y muy cómoda, ya que pueden servirse como postre o la hora del desayuno o la merienda; para empezar el día con energía o como sabroso tentempié a media tarde.

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