12/5/06

Sencilla respuesta para la prevención de las muertes neonatales en el tercer mundo

Más de cuatro millones de recién nacidos mueren cada año en los países subdesarrollados, y las infecciones constituyen la causa del 36% de estas muertes, entre ellas, la infección del cordón umbilical es una de las causas fácilmente prevenibles que en los países subdesarrollados ocasiona miles de muertes.

La contaminación del cordón umbilical conduce al desarrollo de la denominada onfalitis, caracterizada por la presencia de pus e irritación periumbilical ocasionada por gérmenes que penetran a través del cordón y alcanzan directamente el sistema circulatorio del recién nacido.

La correcta higiene del cordón y los cuidados básicos rutinarios postnatales previenen el desarrollo de onfalitis. Sin embargo, algo tan sencillo como esta práctica, parece inviable en los países subdesarrollados. En estos países, la mayoría de los niños nacen en el domicilio, hecho que aumenta el riesgo de sufrir onfalitis hasta 5'9 veces cuando se compara con las infecciones umbilicales de los niños que nacen en un centro hospitalario.

En los países desarrollados, la aplicación de un antiséptico, por ejemplo, clorhexidina, en el cordón umbilical consigue disminuir la colonización bacteriana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) potencia el denominado “cordón seco” para los países que no tienen acceso a los antisépticos convencionales, aunque no existe evidencia científica de que esta medida consiga disminuir la incidencia de infecciones del cordón umbilical.

Los estudios realizados con los distintos tipos de antisépticos han demostrado la superioridad de la clorhexidina frente a otros antisépticos como la povidona yodada. Según los trabajos realizados al respecto, la clorhexidina disminuye la colonización del cordón umbilical y también se asocia a la reducción de las infecciones superficiales de la piel.. Así lo demuestra, por ejemplo, un trabajo publicado en la revista The Lancet, realizado en la población de Nepal que incluye a más de 15.000 recién nacidos que son sometidos aleatoriamente a distintas medidas de higiene del cordón umbilical: un grupo recibe la aplicación tópica de clorhexidina, otra sólo es cuidado con agua y jabón, y otro grupo no recibe ninguna aplicación tópica.

Los resultados confirman los datos previamente conocidos: la aplicación tópica de clorhexidina en el cordón umbilical consigue disminuir notablemente el riesgo de onfalitis. La política sanitaria de los países subdesarrollados, en colaboración con los países desarrollados, deben promover las intervenciones para reducir la exposición del niño a la colonización de bacterias y la infección del cordón umbilical.


Saludos Afectuosos
Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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