18/12/05

Alertan de riesgo de embarazo en adolescentes *


Alertan de riesgo de embarazo en adolescentes

Investigadores de la UNNE encontraron prematurez y trastornos nutricionales en recién nacidos de madres menores a 20, un cuadro que disminuye cuando se trata de mujeres más maduras. En Corrientes hay zonas donde el embarazo de chicas muy jóvenes llega al 28% del total de partos


Alertado por el alto índice de embarazos adolescentes en la provincia de Corrientes, donde llega al 20% promedio en relación al total de partos realizados, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) investigó los peligros que encarna esta situación y encontró que los recién nacidos están más expuestos a prematurez y a trastornos nutricionales que disminuyen su calidad de vida respecto de los engendrados por madres adultas.

Según el estudio realizado por Mónica Auchter, Humberto Galeano y Gladys Zacarias, de la Facultad de Medicina, "las embarazadas adolescentes tienen menores niveles de escolarización; es más frecuente en ellas el antecedente de ser hijas de mujeres que también fueron madres a temprana edad y tienen una fuerte tendencia a no controlarse durante el embarazo".

En los países en desarrollo, entre el 20% y el 60% de los embarazos son no deseados y los adolescentes generalmente tienen escasa información sobre la fertilidad y el correcto uso de medidas anticonceptivas. Se calcula que cada año más de tres millones de chicas latinoamericanas llevarán a cabo un embarazo a término.

Los investigadores correntinos encontraron que si bien en la Argentina el 15% de los nacimientos son en mujeres adolescentes de entre 10 y 19 años, en la provincia mesopotámica esa cifra alcanza al 25% e incluso trepa al 28% en algunas localidades del interior.

Al llevar adelante el estudio, los especialistas determinaron que el "número viene aumentando con rapidez en los últimos años y ya constituye una de las preocupaciones médicas más importantes relacionadas con la conducta sexual de los jóvenes".

El equipo de la UNNE constató que "la mitad de las adolescentes que quedan embarazadas en Argentina no estudia ni trabaja, lo que corrobora la vinculación de la pobreza y la marginalidad con la maternidad temprana".

Al parecer, muchas de ellas ya están fuera del sistema educativo aún antes del embarazo y otras abandonan los estudios por vergüenza o temor a la discriminación. De hecho, otro estudio nacional ya había encontrado que el 47% de las adolescentes estudian al momento de la concepción, pero la cifra disminuye posteriormente a 8%, con consecuencias en los roles alternativos de la mujer y con efectos adversos económicos y sociales.


El estudio

Con el fin de descrifrar la relación entre embarazos adolescentes y otros de mujeres adultas, los científicos analizaron 380 pacientes correntinas: 100 casos tenían un promedio de 16 y los otros 280 entre 20 y 41. El nivel socioeconómico encontrado fue similar en todas: el 30% eran provenientes de familias pobres y el 70% de indigentes, con hacinamiento en el 20% de los hogares.

En la investigación, los tres docentes hallaron que el 70% de las adolescentes comenzó la instrucción primaria, peró sólo el 40% la completó. En las madres adultas, el 49% había iniciado la primaria y un 25% llegó a finalizarla.

Al momento de indagar sobre el inicio del secundario, sólo lo había comenzado el 29% de las más jóvenes y el 50% de las más maduras, aunque lo terminó el 9% de las adolescentes y el 22% del otro grupo.

Por otro lado, la unión estable fue prevalente en el 53% de ambos grupos; eran solteras el 45% de las adolescentes y el 21% de las no adolescentes, mientras que estaban casadas el 25% de las adultas y sólo el 2% de los casos de embarazo prematuro, un grupo que en su mayoría vivía con sus padres.

La repetición intergeneracional de la maternidad adolescente se detectó en el 33% de los casos. El 83% de las madres mostraron adecuados incrementos de peso en la gestación; en el 17% restante los aumentos fueron insuficientes e inferiores a 8 kilos al final del embarazo. "En este grupo de madres subieron menos de 5 kilos el 62% de las adolescentes, dato que en las mujeres de más edad sólo se presentó en el 45%", aclararon los investigadores.

Asimismo, se detectó un inadecuado control prenatal en el 50% de las embarazadas adolescentes y en el 22% del otro grupo. Igual frecuencias presentaron en ambos segmentos las patologías del embarazo como infección urinaria, flujo, hipertensión arterial (HTA), amenaza de parto prematuro (APP) y rotura prematura de membranas (RPM).

La terminación del parto por cesárea tuvo mayor frecuencia en las madres adultas (34%) que en los casos adolescentes (24%).

Según edad gestacional por examen físico se constató prematurez en 30% de los hijos de adolescentes, frecuencia que descendió a 25% en las madres con edades superiores a los 20. Además, el número de niños con bajo peso también fue mayor en los hijos de adolescentes con respecto a los otros, con cifras de 17% y 14%, respectivamente.

La patología neonatal de prematurez, retardo de crecimiento, dificultad respiratoria o asfixia ascendió a 35% de las más jóvenes y de 19% en los casos de madres maduras, lo que marca para los estudiosos una "diferencia estadísticamente significativa".



"Las madres adolescentes sufren problemas socioeconómicos derivados de una menor educación, lo que implica dificultades para conseguir empleo y se traduce en mayores niveles de pobreza en la población", entendieron los tres especialistas en el informe.

En este sentido, la maternidad temprana marca el inicio de una responsabilidad económica difícil de afrontar por éstas jóvenes madres que cuentan con pocos recursos y limitadas oportunidades laborales. "La familia de origen, aun cuando apoye a la nueva tampoco cuenta con posibilidades económicas y las jóvenes y sus hijos se constituyen una carga más", estimaron.

En otro orden, los médicos de la UNNE alertaron que "muchas adolescentes repiten el embarazo o quedan embarazadas a pesar de poseer suficiente información, por lo que no se puede pasar por alto un tema crucial, la motivación de la adolescente, ya sea para evitar o desear un embarazo".

El embarazo en edades tempranas de la vida es considerado una variable de riesgo obstétrico y neonatal con probabilidad aumentada de bajo peso al nacer y prematuridad. Pero algunos algunos autores concluyen que las adolescentes embarazadas que reciben un adecuado control prenatal no presentarían mayor riesgo obstétrico que una embarazada adulta de similar nivel socioeconómico.

De ahí el eje de este informe, donde se pone el ojo sobre el estado nutricional de la madre y el aumento de peso en el embarazo, dos aspectos que tienen un efecto determinante en el crecimiento fetal y en el peso del recién nacido.

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