7/6/15

Un vínculo afectivo familiar seguro es fundamental para el desarrollo psicoemocional del adolescente 07-06-15


Un vínculo afectivo familiar seguro es fundamental para el desarrollo psicoemocional del adolescente

Pero existen regiones del cerebro que aún están madurando durante la adolescencia, como la corteza prefrontal, lo que explica por qué son más propensos a conductas peligrosas como el abuso de alcohol y otras drogas, que limitan sus habilidades cognitivas para consentir relaciones sexuales

El vínculo afectivo (apego), factor fundamental que influye en el desarrollo del adolescente y su maduración psicoafectiva, es una pieza clave en la prevención de los problemas de comportamiento y la violencia en la adolescencia. En este sentido, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) abogan por la atención integral de la adolescencia por profesionales sanitarios hasta la mayoría de edad sanitaria, que en España son los 16 años.

Temas como el papel del vínculo afectivo (apego) en el desarrollo psicoemocional del adolescente, cómo trabajar con adolescentes como la estrategia “para y con los jóvenes” (reconocida por la OMS), los nuevos métodos en educación afectivo-sexual, la prevención de la violencia o cuándo un adolescente es maduro para consentir relaciones sexuales, serán debatidos por pediatras de toda España en el Curso de Medicina de la Adolescencia, que se celebra en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid del 12 al 14 de marzo de 2009.

Situación actual del adolescente

El día a día del adolescente actual es una realidad compleja y llena de dificultades. Los adolescentes necesitan referentes adultos que les sirvan de modelo y les pongan límites, siempre partiendo de un vínculo afectivo (apego) seguro. Los padres y los profesores se enfrentan a la educación de los adolescentes “con dudas sobre cómo contribuir adecuadamente al proceso de crecimiento, desde qué roles, desde qué modelos de autoridad; y se angustian frente a las situaciones cotidianas vividas con peso y agobio. Por ello, se necesitan profesionales que orienten y sirvan de apoyo a este colectivo hasta la mayoría de edad sanitaria”, explica el Dr. Patricio Ruiz Lázaro, pediatra Centro de Salud Manuel Merino de Alcalá de Henares.

En recientes investigaciones cualitativas, se ha valorado mucho la Consulta Joven (atención integral y específica al adolescente) y la accesibilidad a ella, tanto por parte de los adolescentes como de los técnicos sanitarios. En este sentido, se considera importante que la persona que lleve la Consulta Joven sea siempre la misma, con una importante capacidad de empatía, y que garantice al adolescente la confidencialidad que se necesita en un tipo de relación, donde la vinculación emocional es terapeútica.

El dilema de la edad legal de consentimiento

La edad legal para consentir relaciones sexuales en España es de 13 años, mientras que en Reino Unido, que tiene la mayor tasa de embarazos adolescentes de Europa occidental, es de 16 años.

El derecho a consentir requiere que el adolescente haya alcanzado la responsabilidad necesaria para deliberar, formar sus juicios de valor o de conciencia, decidir libremente y ejecutar su decisión. Pero, ¿cuándo se alcanza esta responsabilidad? ¿puede ser simplemente limitada por una regla o ley que comprenda la edad cronológica? ¿se adquiere de un día para otro como subordinación a una fecha determinada?

Según los expertos de SEPEAP y AEPap, la moral y la responsabilidad se van desarrollando durante el crecimiento humano, distinguiéndose tres niveles o estadios en el desarrollo moral: el preconvencional (el bien y el mal en términos de sus consecuencias: premio-castigo); el convencional (se mantienen las expectativas y reglas familiares); y el posconvencional (fuerte impulso hacia principios morales autónomos). “Si bien la mayoría de los adolescentes se encuentran en el estadio convencional, hay adultos en el nivel preconvencional”, señala el Dr. Ruiz Lázaro.

Aunque los adolescentes no siempre están seguros de lo correcto, se dan cuenta enseguida cuando algo está mal. La gran diferencia con respecto a los niños es que tienden menos a aceptar las condiciones actuales porque “así son las cosas”. En su lugar, tienen capacidad de crítica, ya que pueden imaginar cómo podrían ser las cosas en un mundo donde la justicia fuese real, la gente fuera siempre sincera y el carácter sagrado de la vida humana se pudiera reconocer de verdad.

La importancia del desarrollo cognitivo

Desde el punto de vista psicológico, los niños alcanzan un estadio del desarrollocognitivo denominado “formal-operacional” hacia los doce años, en el que el adolescente comienza a pensar en abstracto, a entender el concepto causa- efecto, a considerar factores múltiples, a establecer hipótesis y a prever las consecuencias futuras de sus actos. Diversos estudios indican que los jóvenes en la adolescencia media (14-17 años) no presentan diferencias cualitativas y cuantitativas significativas en sus habilidades cognitivas respecto de los adultos, lo que implicaría su madurez para consentir.

Según el Dr. Ruiz Lázaro, “la valoración de la capacidad para otorgar consentimiento o de la madurez psicológica del adolescente para la toma de decisiones sobre su vida, no puede basarse sólo en la inteligencia y la voluntad (entender y querer); debe abarcar, además, la vida afectiva de la persona, la esfera de los sentimientos, pues dos sujetos en igual estadio de desarrollo cognitivo pero con diferente grado de madurez afectiva, no elegirán igual”.

Durante el crecimiento, normalmente ocurren cambios en el volumen de las estructuras cerebrales implicadas en la experiencia emocional, el aprendizaje y la memoria. Esto ha conducido al descubrimiento de que estos cambios difieren entre hombres y mujeres durante la pubertad. Estos resultados pueden tener una gran relevancia en la alta incidencia de la depresión que se da en las mujeres durante la adolescencia, y que se puede manifestar como prosmicuidad sexual.

Un mejor entendimiento de las regiones del cerebro que están aún madurando durante la adolescencia, como la corteza prefrontal, puede ayudar a explicar por qué los adolescentes son más propensos a conductas peligrosas como el abuso de alcohol y otras drogas, que limitan sus habilidades cognitivas para consentir relaciones sexuales.

Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) surgió con el fin de dar cabida a un colectivo de pediatras con unas necesidades específicas de actualización, formación y problemática profesional diferenciadas y minusvaloradas dentro de la práctica pediátrica hace ya 25 años. De carácter científico y profesional y sin fines lucrativos actualmente cuenta con más de 2.200 socios.

La estructura de la SEPEAP está constituida por Sociedades y Secciones Provinciales y/o Regionales de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria que, sin perder su carácter propio, están vinculadas a la misma y a las Sociedades de Pediatría Regionales de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Desde el inicio de la SEPEAP se tuvieron claros sus fines, según recogen sus estatutos: promover el estudio de la pediatría Extrahospitalaria, la problemática del niño y del adolescente en el ámbito extrahospitalario (Centros de Salud, Ambulatorios, Consultorios públicos y privados, Consultas Externas de Hospitales, etc.). Además, se pretende abarcar las tres misiones fundamentales de la pediatría Extrahospitalaria: asistencial (preventiva, curativa y rehabilitadora), docente (colaboración en la formación de pregrado del estudiante de Medicina en Pediatría Extrahospitalaria, en la formación de los residentes de la especialidad de Pediatría en Pediatría Extrahospitalaria, en la formación continuada del Pediatra extrahospitalario en ejercicio y en la educación sanitaria de la población a todos los niveles) e investigadora, promoviendo la correlación de los Servicios de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria con los demás Servicios sanitarios y recursos sociales de la comunidad en el seno de la A.E.P.

Toda la información referente a esta Sociedad se encuentra en: www.sepeap.org.

Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) se constituyó como una Federación de Asociaciones de Pediatras que trabajan en Atención Primaria, de carácter científico y profesional y sin fines lucrativos, en la actualidad se encuentra asociados más de 2.500 pediatras de Atención Primaria de todo el Estado español.

En su seno se encuentran diferentes Grupos de Trabajo sobre diversas materias (Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia, Grupo de Vías Respiratorias, Pediatría Basada en la Evidencia, Docencia MIR, Cooperación Internacional y Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), gestándose en la actualidad otros grupos de trabajo como el dedicado a la Patología del Sueño infanto-juvenil, la Pediatría del Desarrollo o un Grupo de Investigación.

Los objetivos principales de esta Asociación son: promover el desarrollo de la Pediatría en la Atención Primaria. Buscar el máximo estado de salud del niño y del adolescente. Promocionar su salud. Prevenir la enfermedad y facilitar su recuperación en caso de contraerla; fomentar y ejercer la Docencia sobre Pediatría de Atención Primaria del pregraduado y postgraduado, Médicos Residentes de Pediatría, Médicos Residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y profesionales del ámbito de la Atención Primaria; fomentar y ejercer la investigación; coordinar los diferentes programas sanitarios relacionados con el niño sano y enfermo; recoger los problemas e inquietudes relacionados con el ejercicio de la Pediatría de Atención Primaria y representar los intereses de sus socios en el marco de las Leyes y ante los organismos de las Administraciones Públicas Sanitarias y Docentes, y otros órganos o entidades Nacionales o Internacionales, Públicos o Privados; promover la búsqueda de las condiciones idóneas para el mejor desarrollo profesional de la Pediatría Social y Comunitaria; y coordinar con otras asociaciones similares, regionales, nacionales o internacionales, actividades y proyectos encaminados a la mejora de la Pediatría en Atención Primaria.

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