12/2/06

Salga a comer con los niños pequeños

Salir a comer fuera de casa, además de suponer un modo de celebración y disfrute, puede constituir una buena ocasión para animar a los más pequeños a que prueben alimentos que en casa normalmente rechazan y así conseguir que su dieta sea cada vez más variada y por lo tanto más equilibrada.

Comer fuera de casa puede suponer un conflicto para familias en las que alguno de los niños presente problemas para comer. Por lo general éstos tienden a dejar de lado alimentos tan sanos y nutritivos como las hortalizas y verduras, las frutas y los pescados, y tienden a decantarse por la pasta, los dulces y los filetes, más aun si éstos están rebozados, rellenos de jamón y queso o acompañados de una abundante guarnición de patatas fritas. Resulta útil que al comer fuera de casa el niño pueda probar alimentos que normalmente no come, cocinados de formas diferentes y originales, para que se vaya acostumbrando a los sabores y así en casa no haya problemas a la hora de sentarse a la mesa. Es importante no ceder a sus caprichos y acostumbrarle a que vaya probando diferentes alimentos.


Originales verduras


En un restaurante, los niños tienden a optar por un buen plato de pasta o arroz, ya que suelen asociar las ensaladas a platos verdes y sin sabor. Esto puede deberse a que cada vez se tiene menos tiempo para dedicarlo a la cocina por lo que en ocasiones se descuida la presentación de los platos, un factor importante para abrir el apetito, más aun en el caso de los niños.

En los restaurantes sin embargo, existe la posibilidad de elegir ensaladas más elaboradas, que poseen un mayor número de ingredientes y cuyo color puede despertar el interés de los niños. Por ejemplo las ensaladas con pasta de colores, con arroz, con palitos de pescado, remolacha, maíz, tomatitos cherry, pueden convertir una ensalada en un plato muy apetecible para ellos.

Algo similar puede hacerse con los platos de verdura, que en casa normalmente se preparan cocidas con patata. Los niños rara vez incluyen este tipo de platos dentro de sus alimentos favoritos, pero esta idea puede comenzar a cambiar si existe la posibilidad de probar un plato de berenjenas rellenas, verduras y hortalizas en brochetas, salteadas, a la papillote o con diferentes salsas.


El problemático pescado


Una comida o cena fuera de casa es un buen momento para que los pequeños se animen a probar pescado con diferentes salsas, en pudin, en empanada... y así puedan comprobar lo agradable que es su sabor. Seguramente ellos tenderán a elegir un plato de carne, pero si ven que sus padres escogen pescado puede que también se decidan a hacerlo. Además los restaurantes ofrecen gran variedad de platos que por lo general no se elaboran en casa y que pueden ser un buen modo de que el niño vaya aceptando el pescado como por ejemplo los huevos rellenos de atún, los pimientos rellenos de pescado o los croquetas de pescado y marisco.

En caso de que finalmente la carne sea el alimento elegido, es preferible que ésta se acompañe de una guarnición vegetal, es decir, pimientos, verduras salteadas... para enseñar al niño que hay alimentos para acompañar a un filete distintos a las patatas fritas.


Postres dulces


Es bien sabido que los niños presentan una debilidad especial por los dulces. Un capricho de este tipo no supone ningún problema si tiene lugar de vez en cuando, pero resulta interesante hacerles ver que en los restaurante, además de tartas y pasteles, hay otras opciones muy saludables elaboradas con frutas, cuyo colorido y sabor supera a muchas recetas de pastelería o repostería. Por eso es importante animarles a que elijan y prueben los batidos naturales de frutas, las macedonias y las frutas con yogur, queso fresco o helado, postres que además de estar disponibles en la carta de muchos restaurantes, son también muy sencillos de elaborar en casa.


¿Qué sucede con la comida rápida?


En caso de que sea un día especial como el cumpleaños del niño, en el que él elija el restaurante al que se va a acudir, es probable que opte por uno de comida rápida. Este tipo de alimentos no tiene porqué suponer ningún riesgo para la salud siempre que su consumo no se convierta en un hábito, ya que por lo general los platos que se ofrecen son ricos en colesterol y grasas saturadas, que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol en sangre. Por tanto, conviene acudir a estos establecimientos de forma esporádica y así poder inculcar a los más pequeños unos hábitos de alimentación saludables.

http://www.consumer.es



Saludos Cordiales

Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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